Ayer regresé de mi ya habitual estancia de cuatro semanas en el norte de Gales con un grupo de chavales del cole. Este año eran veintisiete, de 6º de EP y 1º y 2º de ESO. Como cada año, me he llevado sorpresas, alguna no demasiado agradables pero la mayoría tremendamente placenteras. He tenido la oportunidad de descubrir a María, a Anna, a Laura, a Pol, a Jaume... He podido verlos como la clase a veces no te permite. He tenido la suerte de compartir con ellos instantes de alegría, de debilidad, de tristeza, de emoción... y nuevamente me han sorprendido y me han enseñado como sólo ellos nos pueden enseñar a crecer y a mejorar, tanto en la tarea que nos incumbe como en nuestro contínuo desarrollo como seres humanos. He tenido además la suerte de descubrir a una amiga excepcional, a una profesional como la copa de un pino pese a su juventud. Hay quien lleva en la sangre, en el alma, el trato con los chavales. A ella, gracias por todo lo que he podido aprender de ti, por compartir esos momentos de tensión, por esa noche insomne esperando saber si era una apendicitis, por esas charlas con los portátiles abiertos mientras seleccionábamos y arreglábamos las fotos.
Estoy cansado, agotado, roto. Un mes de saltar cada vez que sonaba el móvil, de actividad contínua, de no descansar ni los domingos. Pero también me siento feliz, satisfecho, lleno. Ha sido, una vez más, una experiencia inolvidable, revitalizadora. Realmente, tengo el mejor trabajo del mundo.
Y ahora, las vacaciones. Que creo que me las he ganado...
2 comentarios:
Disfruta ahora de tus vacaciones, que como bien dices, te las has ganado. Que experiencia más grata.
Un saludo.
La vida en constant tensió, recordo aquesta part de la meva vida..., per molt anys puguis tornar sá i estalvi. Continua enganxat a la feina, que no a la sensació de treballar, descansa ara que pots i tant t'ho mereixes.
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