lunes, 14 de septiembre de 2009

Han vuelto

Hoy han vuelto ellos. Con energías renovadas, con ganas de más, con el nerviosismo de iniciar un nuevo curso, con la desazón y la inseguridad de enfrentarse a un temario nuevo... Han vuelto. Y sinceramente, me alegro. Estas dos semanas pasadas de trabajo más administrativo, más de preparación, son necesarias. Imprescindibles, sin duda. Pero es que me resultan tan tediosas comparadas con la actividad diaria, con el "chute" de energía que ellos me proporcionan.

Vuelvo a tener el mismo grupo del año pasado. Ha habido algunas bajas, pero también altas. En la mirada de los que regresaban he querido creer que leía la alegría del reencuentro. En la de los recién llegados, quizás la incerteza de no conocer ni a sus compañeros ni a ese señor calvo, gordo y con gafas que estaba de pie frente a ellos. En ambos casos, he luchado durante las dos primeras horas por obtener una sonrisa, un momento de relajación, de conexión. Creo que lo he conseguido. Después el programa no me permitirá conseguir esos instantes con facilidad. ¡Hay tanto por hacer! Pero hoy era especial, hoy era el día de volver a mirarnos, volver a sonreír, volver a establecer el contacto, o iniciarlo en algún caso. He salido satisfecho, creo que lo hemos conseguido entre todos.

En un momento de pausa me he pasado a ver a los de 2º, 3º y 4º de ESO para que se apuntarán al taller de comunicación digital. Redacción periodística, edición de audio (vamos, podcasts) y fotografía digital. Ha sido divertido ver sus caras y adivinar en algunos las ganas de apuntarse, en otros el hastío propio de su edad (éstos no se apuntan ni a los patios) y en otros el deseo de participar enfrentado al "¿qué pensarán mis amigas/os? En cualquier caso, algunos de los que me ha parecido que tenían ganas, se han pasado a verme a la hora del patio para decirme que contara con ellos. Eso me ha encantado. Ya veremos quienes se pasan mañana a la sesión informativa. Lo importante es que se apunten los que de verdad tengan ganas de hacer cosas. Son los que luego no tiran la toalla a la primera dificultad, a la primera controversia. De todas formas, sólo por el hecho de venir mañana, saben que los recibiré con mi mejor sonrisa y los brazos abiertos. Con muchos de ellos, tenerlos en el taller de comunicación significa otro reencuentro, otra oportunidad de disfrutar con algunos de mis ex-bichos. Con otros, es tener la suerte de conocer a personas geniales con las que no había tenido la suerte de trabajar. En cualquier caso, sigo aprendiendo de todos y cada uno de ellos. De los de ESO en el taller. De mis bichos en clase. De los de 4º de EP en informática. ¡Me sigue quedando tanto por aprender!

Pero lo mejor de todos, es que tengo ganas, muchas ganas, de tirar adelante mil y un proyectos. Estoy cansado, físicamente cansado. En todo el día solo me he sentado para comer... pero me siento lleno de fuerzas, de impulso. Y es que ya se sabe, la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Y si hay algo que ellos transmiten es energía. A raudales.

Ya sé lo que me direis. Que en un par de semanas estaré cansado, que andaré agobiado, que esto quema mucho. Pero hoy me vuelvo a sentir un tanto quijotesco, y aunque veo esos molinos de viento en el horizonte... que demonios, apresto la lanza, espoleo a Rocinante y me juro que esos gigantes no me derribarán otra vez. Ya se sabe. Han vuelto.

1 comentario:

El dinosaurio dijo...

Suerte con las nuevas generaciones.

Un saludo.

 

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